CRITERIOS PARA EVALUAR SITIOS WEB

La evaluación de los sitios Web debe partir de la aceptación de unos criterios de calidad que se tomen como marco de referencia para realizar su valoración. Una vez establecidos estos criterios, se pueden aplicar a los sitios web para recoger sus rasgos principales y algunas valoraciones sobre sus cualidades. Los buenos sitios Web educativos son eficaces, es decir, facilitan el logro de sus objetivos, y ello es debido a una serie de características que atienden a diversos aspectos funcionales, técnicos, estéticos, psicológicos y pedagógicos y a una buena utilización por parte del usuario.
A continuación se sugieren algunos indicadores:

AUTORIDAD :
Es un criterio fundamental, orientado a identificar quién es el responsable intelectual de la información y el grado de capacidad que tiene para tratarlo. Incluye tanto al autor como al editor e incluso a los patrocinadores. La influencia de éstos se puede analizar desde dos vertientes: positiva, cuando tiene una imagen respetable que le interesa mantener y difundir; negativa, cuando sospechamos que sus intereses están influyendo en alguna medida en la información presentada. Se debería encontrar siempre información sobre el autor, lo que demasiado a menudo no sucede, y es un mal indicio. La información sobre la autoría se puede encontrar en secciones como quiénes somos, las credenciales en la cabecera o en el pie... Cuando sí contamos con la información, es importante que venga acompañada de un breve currículo o de los datos suficientes para indicarnos qué nivel de capacitación puede tener el autor en el tema que trata. Es conveniente tener en cuenta, no obstante, que los autores conocidos no lo son desde la cuna y que el currículum sea corto o inexistente no siempre es indicativo de que la información no sea importante o relevante. Si queremos profundizar en nuestro conocimiento sobre el autor podemos utilizar directorios de personas, o alguno de los grandes buscadores (también buscadores temáticos) para encontrar información sobre el autor o para conocer quién enlaza con la página, si está citada en guías temáticas...
Es importante también comprobar si se puede contactar con él por algún medio. Algunos autores plantean incluso la conveniencia de entrar en contacto con el webmaster para que nos amplíe la información. Si a pesar de todo no hay datos sobre el autor (o es novel) tendremos que basarnos sobre el contenido y la estructura de la información: estilo, profundidad, objetividad... en definitiva, en los restantes criterios que dan valor a una página web.

RIGOR:
Está ligado a las ideas de precisión, exactitud y relevancia. Debemos tener en cuenta siempre la audiencia a la que se dirige el sitio : si estamos hablando de diversión, lo científico está fuera de lugar y viceversa; si se dirige a público adolescente, la profundidad será diferente que si lo hace a uno universitario... También es importante la finalidad para la que se creó: convencer, crear opinión, hacer publicidad, proporcionar datos.. (este aspecto está ligado a otro de los criterios, el de objetividad). Es importante conocer si se trata de una fuente de información primaria o no y en este último caso de dónde proviene. Se debe tener en cuenta si hay alguna revisión de la información por parte de personas diferentes al autor (la tarea propia de editores y similares). Y, evidentemente, se debe comprobar si la información contiene errores, si está bien escrita (corrección gramatical, ortográfica y de sintaxis) y al nivel adecuado, si resulta útil, si realiza aportaciones nuevas... También es muy importante la inclusión de una bibliografía en la que aparezcan las fuentes utilizadas citadas adecuadamente. En ocasiones es conveniente contrastar lo que leemos con lo que sabemos o –lo que es lo mismo- con otras fuentes que traten la misma información y que sabemos que son creíbles. Los enlaces también deben ser analizados en este sentido: si responden al objetivo buscado y si la información que contienen las páginas enlazadas es rigurosa.

OBJETIVIDAD:
El conocimiento del grado de objetividad es siempre un elemento fundamental. En realidad pocas cosas son objetivas y en ocasiones es conveniente contrastar opiniones diferentes, incluso con respecto a principios que aparentemente están bien asentados; pero para ello es necesario conocer ante qué nos encontramos. Debemos observar si se habla de hechos o datos, si la información aparece sesgada y en qué sentido, si es posible apreciar la influencia del patrocinador, si las perspectivas diferentes están equilibradas o si tan siquiera se presentan, si el tema está tratado con humor, en tono de parodia o de sátira, si hay publicidad en la página...

ACTUALIDAD:
Se refiere al momento en que se ha elaborado la información; pero también al grado de actualidad de los contenidos: una obra escrita en 2005 puede estar basada en fuentes de 1990. Para algunos campos de la ciencia esto es fundamental porque el índice de obsolescencia de sus contenidos es muy alto; en otros, su importancia es relativa. Puede indicarnos directamente si el recurso responde a nuestras necesidades o no, por ello debemos identificar claramente la fecha de creación y la de sus fuentes. Hay que tener especial cuidado en diferenciar entre la fecha de creación de la información y cualquier otra: como ejemplo, un artículo de revista que se escribe en mayo de 2003, se entrega en junio del mismo año, se revisa a principios de agosto de 2004, se acepta a finales del mismo y se coloca en la red en enero de 2005. También existe la posibilidad de hacer revisiones que sólo actualicen aquello que realmente sea necesario, manteniendo el resto: en este caso nos fijaremos tanto en la fecha de creación como en la de actualización o revisión. Además, la actualidad hay que hacerla extensible a los enlaces de hipertexto que contiene la página y en los mismos términos que hemos comentado. Se debería evitar también la existencia de enlaces ciegos o que apuntan a páginas que han cambiado de lugar.
Se considera como parámetro aceptable que la última actualización del sitio no se extienda más allá de unos meses anteriores a la fecha de consulta, aunque se puede ampliar el criterio según el caso.

COBERTURA:
Se refiere a la amplitud de la información en dos sentidos: el de la cantidad de información presentada y el de los temas que trata (teniendo en cuenta ámbitos cronológicos, espaciales, de lengua, etc.). Se analiza cómo profundizar en ellos, qué aportan como nuevo u original, si se corresponde con el objetivo que busca, si se adecua a la audiencia... Se incluyen los servicios que ofrece, en el caso de que sea una de las finalidades de la página.

ACCESO:
Recoge aspectos técnicos y otros que no lo son. Entre los primeros destacan los requerimientos de software, la rapidez de la conexión y de la carga de imágenes, la estabilidad de la conexión, la existencia de opciones sin gráficos... Entre los últimos, el acceso restringido (con login y contraseña) a quienes pertenecen a un determinado colectivo, la necesidad de realizar un pago previo, la limitación del acceso únicamente a demos o con determinadas condiciones de uso... También contempla si la página web está diseñada para facilitar el acceso a discapacitados de todo tipo (aunque generalmente se tiene en cuenta sólo la ceguera).

DISEÑO:
Es un elemento muy importante porque de él depende que una página sea atractiva o no. Hay que considerar que páginas con buenos contenidos pueden pasar desapercibidas porque quien se acerca a ellas se ve abrumado por una gran cantidad de datos de toda naturaleza (icónicos, sonoros...) que ocultan la verdadera importancia del contenido o por la imposibilidad de leer la información. Es necesario considerar todas las cuestiones que tienen que ver con lo que se ha denominado “usabilidad ”. El fondo de la pantalla y la fuente (tipo, color y tamaño) con que se escribe son básicos e influyen en la legibilidad. Hay que comprobar que el formato sea apropiado al objetivo de la página: el público infantil, por ejemplo, puede valorar más los colores. Los recursos multimedia deberían contribuir a aumentar el poder informativo de la página y no ser un estorbo o simple aditamento y estar dotados de una cierta calidad. Las posibilidades de interacción son muy apreciadas: dirección de correo electrónico , contacto con el webmaster, opciones de feedback, formularios adecuados... Las opciones de impresión y descarga no deben presentar complicaciones. Se tiene que posibilitar la encriptación en situaciones en que sea necesario guardar la confidencialidad. La propaganda, en el caso de que aparezca, no debe ser intrusiva y entorpecer el adecuado acceso a la información.

LEGIBILIDAD:
La legibilidad responde a una buena combinación de colores, tamaños y tipos de letras, fondos e ilustraciones, que permita leer en la pantalla y navegar de una manera adecuada y atractiva.

ORGANIZACIÓN:
Se espera que el sitio se encuentre ordenado lógicamente y que cada segmento de información se relacione con los demás. Se tendrá en cuenta la presencia de herramientas de ordenación, como índices, esquemas, títulos, etc.

NAVEGACIÓN:
Los sistemas de navegación y la forma de gestionar las interacciones con los usuarios determinarán en gran medida su facilidad de uso y amigabilidad. Conviene tener en consideración los siguientes puntos:
• Mapa de navegación : buena estructuración del sitio Web que permite acceder bien a los contenidos, secciones, actividades y prestaciones en general.
• Sistema de navegación : entorno transparente que permite que el usuario tenga el control eficaz, pero sin llamar la atención sobre sí mismo. Puede ser lineal, ramificado, jerárquico, poligonal, libre, etc. En cualquier caso debe permitir, si el usuario lo desea, la navegación libre.

3 comentarios:

cawafer dijo...

Hay que acostumbrarse a ejercitar la mirada, sin ser desconfiados acostumbrarnos a que no todo lo que se vé u oye en Internet es cierto. Al comienzo puede apabullar un poco, pero con el tiempo se va a hacer más fácil por la práctica...

Verónica Urquijo dijo...

Estoy de acuerdo con vos Walter. La web es una gran red, a la que se puede acceder facilmente y de la cual podemos extraer mucho contenido, sin embargo siempre hay que evaluarlos.

Mariana Sottile dijo...

Y sobre todo instalar esta idea de la evaluación criteriosa en los alumnos!
Mariana